martes, 31 de mayo de 2016

JUNIO 2016. En el pueblo de Cuatzantla vive la respetable familia Andrade pasa momentos desesperados pues su patriarca, don Nicolás, agoniza tras dejar a su familia en la ruina y vive preocupado por el destino de su hija menor y consentida, Rosalina, una hermoca muchacha, alegre, dicharachera y humilde a pesar de haber crecido en buena cuna, amada por todos en el pueblo, principalmente por el gran amor de su vida, Baldomero, quien le ha pedido que sea su esposa a pesar de que él solo es hijo de campesinos que venden frutas y legumbres en el mercado. Viven intensamente un romance y ella promete que se encargará de que su padre le de trabajo y con ello la posición para que sea su marido ante los ojos de todos, sin sospechar lo que el destino les tiene preparado pues ante la ruina del moribundo Norberto su primogénito, Ramiro, ha confabulado un plan que está seguro que le servirá para no perder su estatuto social: Vender a la consentida del hombre, su hermana menor, Rosalina, con el mejor postor. Habla de esto con su prima, Alba, una solterona amargada que creció como recogida de su tío, encargándose de cuidar a los hijos de este desde que quedaron huérfanos y siempre ha envidiado a Rosalina por la belleza que posee. La mujer está de acuerdo con Ramiro para casarla con el mejor postor pero ella ha tomado una decisión: Aquél que despose a su virginal y hermosa prima no será un joven y apuesto millonario que la haga feliz, sino un hombre viejo, repugnante y tan despreciable que la haga infeliz. Por ello aconseja a Ignacio que haga una visita al severo y temido hacendado Evaristo Del Toro, el cual siempre ha estado obsesionado con la belleza de la muchacha y sería capaz de todo por poseerla. Ignacio acude al hacendado, quien sorprendido por la visita y a sabiendas de la ruina que embarga a su familia le asegura no estar interesado en hacer préstamos de ninguna índole. El hombre se sorprende todavía más cuando Ramiro le dice que ha ido a proponerle que se case con una de las mujeres de su familia, causando la risa del hombre, el cual dice no gustar de solteronas sin gracia como Alba, la cual ni virgen es. Enmudece cuando Ramiro le dice que a cambio de que salve a su familia de la ruina ha ido a ofrecerle a su hermana menor: Rosalina. Evaristo sonríe placenteramente y acepta ayudar a los Andrade más jura que no tendrá piedad y será implacable si estos llegan a engañarlo. Ignacio deja claro que la boda se celebrará después de la muerte de su padre y más tarde comparte con su esposa, Maria Inés, la dicha de no estar destinado a la miseria. Le hace el amor esperanzado a tener un hijo sin sospechar que la mujer le ha ocultado durante años que no puede ser madre.

La hermosa Rosalina y el apuesto Baldomero han construido sueños que la muchacha confiesa a la fiel sirvienta, Cayetana, quien le aconseja que desista del amor que siente por el muchacho pues su familia jamás lo aceptará. Rosalina, segura de sí misma, revela a la mujer que en cuanto su padre muera huirá lejos con su amado, para empezar una nueva vida. No sospechan que Alba las ha escuchado y sonríe malévolamente pues sabe cuál será el destino de su prima en cuanto su tío Norberto muera.

Con la ayuda de su gran amigo, Antolín, Baldomero trabaja duramente en la verdulería pues desea hacer dinero para casarse con su amada. Silverio, padre del muchacho, quien nunca lo ha querido y lo ha utilizado para su beneficio en el puesto, solo se burla de él y le asegura que en cuanto los Andrade sepan de su relación con la menor de ellos se encargarán de destruirlo. Furioso, Baldomero asegura que eso no sucederá y más tarde su madre, Amelia, con cariño le dice que en el fondo su padre tiene razón y debe aceptar que Rosalina no es muchacha para él. Este se niega a aceptarlo y busca a su amada, con la que se besa. Son sorprendidos por Ramiro, el cual los separa y exige a Baldomero que desista de seguir pretendiendo a su hermana menor, la cuál nunca será para él. Luego recuerda a la muchacha que por ella perdieron a su madre, quien murió al darla a luz, por lo que está en deuda con su familia y sobre todo con Alba, quien aún siendo una niña tuvo que cuidar de ella por lo que tendrá que sacrificarse por ellos ahora que han quedado en la ruina y ese sacrificio consiste en casarse con alguien con los medios necesarios para vivir plácidamente por lo que les resta de vida. Rosalina se resiste a aceptarlo y asegura que se casará con Baldomero. Ramiro le jura que si insiste en verse con ese muerto de hambre lo mandará a matar y nunca más lo volverá a ver. Ella, sufrida, se desahoga con Cayetana, quien intenta hacerle ver que su hermano solo quiere lo mejor para ella pero la muchacha está más que convencida de que Ramiro, quien siempre fue un ambicioso e irresponsable que se gastó todo el dinero de su padre, solo piensa en sí mismo y en los beneficios que pueda obtener.

Maria Inés propone a Ramiro que busquen un mejor partido para Rosalina y el hombre le pide que no se entrometa en sus asuntos y solo se limite a quedar embarazada pues si se casó con ella fue para admirar su belleza y tener descendencia, no para escucharla ni pedirle consejos.

Al lado de Evaristo vive la hermana de este, Magdalena, una mujer sombría, triste, que viste siempre de luto y le tiene al hombre cierto temor, a la par de un odio enfermizo que nació en el pasado. Al enterarse de que su hermano se casará con Rosalina, la mujer le pregunta si le dirá su secreto para que sepa la clase de canalla con el que se casará. El cínico hombre le dice que nadie jamás tendrá porqué enterarse de nada por el bien de la propia Magdalena, quien sería la única perjudicada si todo saliera a la luz. Magdalena revela estar cansada de que todos piensen mal de ella y hablen a sus espaldas, pues en Cuatzantla se rumora que tuvo un hijo con un soldado que fuera su amante hace muchos años cuando en realidad la historia es otra. 
Evaristo, intimidante, abraza a su hermana, llenándola de temor, y la besa en la frente, asegurando que después de lo que pasó puede estar convencida de que ningún hombre le destruirá la vida pues no hay valiente que quiera atreverse a estar con ella la cual a demás de ser una amargada no tiene nada y como mujer está seca. Cuando el hombre se marcha Magdalena llora llena de dolor y rencor, maldiciéndolo por haberle destruido la vida de la manera más víl.

Alba, a quien todos en Cutzalan saben una señorita respetable, conoce muy bien a Evaristo pues hace años el hombre la deshonró y la amenazó marando así su vida pues creció temerosa a ser tocada por otro hombre. Dentro de sí expresa el desprecio y asco que siente hacia él mas goza al saber que Rosalina le espera un destino lleno de desdicha y sinsabores a su lado. Es sorprendida por Cayetana, a la que le cuenta los planes de Ramiro. La sirvienta no puede aceptar que el hombre sea capaz de vender a su hermana a cambio de vivir cómodamente. Está dispuesta a enfrentarlo mas Alba le advierte que si intenta interponerse a los planes y decir una sola palabra a Rosalina o Norberto, la echaran de la casa para siempre en cuanto el patriarca muera y nunca más volverá a ver a su “niña”. La sirvienta pregunta a Alba cuando se le llenó el corazón de odio y rencor y esta revela que desde que comprendió que la recogieron solo para que cuidara de Rosalina como si fuera su nana, su sirvienta, pues Norberto jamás la trató como si fuera de la familia. Se marcha a dar medicinas a su tío, al que recrimina el haberla dejado al cuidado de Rosalina cuando él enviudó, negándole el ser amada y formar una familia. El moribundo Nicolás pide perdón a su sobrina, asegurando que para él lo primordial fue su propia familia. Le suplica que proteja a Rosalina y se encargue de conseguirle un buen marido, que la quiera y pueda ofrecerle todo lo que se merece. La dura Alba le dice que ya lo ha hecho al convencer a Ramiro de que la casen con Evaristo Sepúlveda, quien está dispuesto a comprarla. Norberto se exalta y le ordena que no se atreva pero Alba, llena de rabia, le dice que ya lo ha hecho y no descansará hasta no ver a su prima tan amargada e infeliz como lo es ella. Entonces Norberto la maldice y repentinamente muere, retorciéndose, mientras Alba lo mira con un odio descomunal para luego salir de la habitación en silencio y acudir a la iglesia, dejando que sea Cayetana quien encuentre al hombre muerto, alarmando a Maria Inés.

La bella Maiguálida, quien atiende un puesto en el mercado, siempre ha estado enamorada de Baldomero y no pierde oportunidad para demostrárselo recibiendo siempre rechazo por parte de este. La muchacha se alarma cuando Amelia le dice que su hijo está enamorado de una muchacha rica que le corresponde. Maiguálida busca a Antolín para que le diga quién es esa chica y este le pide que le haga caso a él, que siempre ha buscado su amor, y se olvide de Baldomero, quien sueña alto y es bien correspondido.

Evaristo promete a Ramiro saldar las deudas de su padre y darle el poder que el moribundo tuvo para que la familia Andrade vuelva a ser la que siempre ha sido y todo después de su boda con Rosalina. Son interrumpidos por una llamada de Maria Inés, la cual comunica a su marido que su padre ha muerto. Este da la noticia a Evaristo, quien le da el pésame y al verlo marchar revela a su hombre de confianza, Orangel, cuanto disfruta el poco tiempo que queda para que después de años de espera haga suya a la virginal e inocente Rosalina, misma que sufre al ver a su padre muerto y sale corriendo de casa para encontrar consuelo en brazos de Baldomero. Los ve Maiguálida, quien se desilusiona y aparece Silverio, el cual pide a Rosalina que vuelva con su familia para luego burlarse de su hijo, al que dice que nunca dejará de ser un verdulero muerto de hambre por lo que lo único a lo que puede aspirar es a casarse con una india de las del mercado, como Maiguálida, igual que todos los de su clase, en vez de estar soñando con imposibles. Baldomero jura que Rosalina lo ama y asegura que será feliz con ella así sea lo último que haga en la vida. Amelia los observa desde lejos, con profunda pena pues sabe que el amor de su hijo hacia Rosalina es fuerte y verdadero. Pide a Antolín que siempre acompañe a Baldomero y no lo pierda de vista pues teme a que el amor que se tienen los jóvenes enamorados desate una tragedia pues sabe que los Andrade jamás aceptarán a su hijo. Silverio la acusa de ser la responsable de las ilusiones de su hijo pues lo ha consentido en todo, incluso en la loca idea de enviarlo a la escuela, en vez de tener mano dura con él. El muchacho aparece, agitado, y les dice que Evaristo está encaprichado con Rosalina.

En el sepelio de Norberto, Ramiro obliga a Rosalina aser cortés con Evaristo, quien le da el pésame con un abrazo y un beso en la boca que sorprende a todos los presentes, llenando de vergüenza a Magdalena, a quien Alba trata con frialdad a diferencia de Maria Inés, quien le ofrece un asiento y le ofrece pan y café para luego decirle que a pesar de la diferencia de edades ha escuchado de ella en el pueblo y siempre ha querido acercársele para ofrecerle que sean amigas. Sombría, Magdalena le agradece su cortesía y le aclara que a ella lo que menos le importa es la amistad de la gente del pueblo, mientras que Evaristo le dice a Ramiro que no le gusta el desdén con que su hermana menor lo trata y desea apresurar la boda pues no quiere que la muchacha se vaya a escapar con su amigo verdulero en cualquier momento. Ramiro asegura a su cómplice que esa aventura de su hermana ya se ha dado por términada y ella no tendrá más remedio que casarse con él. Los ánimos de encienden ante la repentina presencia de Baldomero, quien se da cuenta de las intenciones del hombre con su novia. Lo provoca y se arma un quilombo por lo que el muchacho es echado. Rosalina lo defiende y por ello Evaristo sabe que la chica en verdad está enamorada de él.

Orangel recomienda a Ramiro que no juegue con la paciencia de Evaristo, quien no le perdonará si por alguna circunstancia la dulce Rosalina no es suya. Por ello Ramiro reprende a su hermana debido a lo sucedido en el sepelio y ésta grita que ama a Baldomero y tiene derecho a estar con él. Alba la aofetea y la acusa de ser una resbalosa que mancha el honor de la familia exhibiendose con un verdulero sin educación causando que la gente hable de ellos. Rosalina, furiosa, confiesa no importarle lo que los demás piensen o digan pues ella está enamorada del chico y se casará con él. Ramiro la sujeta con fuerza y le dice que eso está por verse, retándola con la mirada.

Evaristo manda a Orangel a ofrecer a Silverio una fuerte suma de dinero para que haga que su hijo desaparezca para siempre de Cuatzantla. Con sonrisa cínica, el verdulero le dice saber que su patrón está interesado en la novia de su muchacho mas si dobla la cantidad de dinero le dará ventaja para casarse con ella. Son descubiertos por Amelia, quien reclama al hombre el ser capaz de vender la felicidad de su hijo a un cerdo despreciable como Evaristo y Silverio amenaza con golpearla si no cierra la boca.

Maiguálida intenta convencer a Baldomero de que Rosalina no es muchacha para él pues son completamente distintos. Sin embargo Antolín apoya a su amigo y Maiguálida lo acusa de hacerlo solo para tener el camino libre con ella, aunque nunca le corresponderá. Antolín entonces le aclara que así como ella no puede obligarse a amarlo a él, tampoco Baldomero puede obligarse a amarla a ella.

En complicidad con Orangel, Silverio tiende una emboscada a su hijo, al que envía a entregar un pedido a casa de Evaristo, quien lo porvoca diciéndole que hará suya a Rosalina. El muchacho termina golpeándolo lleno de rabia mientras entre sus cosas Orangel pone pertenencias de su patrón y llama a la policía. Baldomero es detenido, acusado de actos de violencia, invasión de la propiedad y robo. Silverio lo hunde al confesar que lo escuchó decir que mataría a Evaristo para robarle y fugarse con una muchacha. Baldomero grita que eso no es cierto pero el hombre insiste en que es verdad, causando que lo encierren. Tal suceso llena de dolor a Amelia, quien recrimina a su marido el ser capaz de hundir a su propio hijo. Le exige que le diga por qué cantidad de dinero lo ha hecho y Silverio la abofetea ordenándole que calle pues dentro de todo le ha hecho un favor a Baldomero. Se marcha a cobrar su dinero, el cual cuenta lleno de dicha, siendo espiado por Antolín, quien visita a su amigo en la cárcel y le dice que su padre se encuentra detrás de todo. Baldomero enfurece y pide a su amigo que avise a Rosalina lo que sucede pero Maiguálida lo evita.

Tras el entierro de Norberto, Evaristo se acerca a Rosalina, despertando habladurías entre la gente. El hombre se sincera con la muchacha y le revela estar enamorado de ella desde hace mucho tiempo así como dispuesto a hacerla su esposa para salvar a su familia de la ruina. Antes de que la chica lo rechace, Ramiro concede la mano de esta al hombre y luego Rosalina suplica a Alba que no permita que la entreguen a un hombre ruín y detestable como el millonario. La dura y sombría hermana recuerda a la muchacha que por su culpa Ramiro se quedó sin madre, Norberto sin esposa y ella, Alba, se sacrificó para cuidarla y educarla sin tener la oportunidad de encontrar el amor por lo que ha llegado el tiempo de que también se sacrifique por su familia y no se resista pues será peor si es obligada. Desesperada, Rosalina busca a Baldomero para fugarse con él y Amelia la entera de que el se encuentra en la cárcel. Acude a verlo y le cuenta los planes de su hermano. El desesperado Baldomero sufre pues dentro de a cárcel no puede hacer nada y está convencido de que su padre le hizo un favor a Evaristo Zavala para que este tenga la total libertad para enamorar a Rosalina, misma que desahoga su desgracia con sus amigos, los hermanos Julián y Priscila Comonfort, a quienes les cuenta que desean obligarla a casarse. El hombre, que siempre ha estado enamorado de ella, le propone que lo acepte a él pues tiene el dinero suficiente para mantenerla mas la muchacha insiste en que su corazón solo pertenece a Baldomero. Aún así el intrépido Julián habla con Ramiro y le hace saber que él está dispuesto a desposar a su hermana mas el hombre se opone rotundamente y le exija que no se atreva a interferir en sus planes o lo pagará muy caro.

Antolín le dice a Rosalina que su amado Baldomero se encuentra en la cárcel pero Evaristo ha ordenado que se le impida a la muchacha visitar al preso por lo que no puede verlo. Pide a su hermano Ramiro que lo ayude pero este no hace más que burlarse de ella y luego se niega por lo que la muchacha manda a Cayetana a hablar con Amelia, quien le dice que todo se trata de una trampa de Evaristo y Silverio. Cayetana le dice a la mujer que Evaristo está interesado en Rosalina. La angustiada madre se lo hace saber a su hijo, quien sufre al enterarse también que Ramiro ha vendido a su hermana.

Alba y Magdalena visitan la iglesia del padre Gervasio, con quien se desahogan por separado. El hombre ata cabos y descubre que Evaristo y Silverio son los responsables de la detención de Baldomero. Acude a los hombres para acusarlos y exigirles que confiesen para que el muchacho sea liberado pero ninguno acepta y menos después de que Evaristo ha entregado a Silverio una fuerte suma de dinero con la que el hombre se emborracha.

Evaristo sabe del rechazo de Rosalina hacia él pero aún así la sigue pretendiendo. El día en que pide su mano llega y la muchacha lo rechaza, asegurando que no se casará ni con él ni con nadie. 

Ramiro y Alba, luego de discuparse con Evaristo por el suceso, reprenden a la chica mientras el rechazado hombre hace una rabieta en casa, desfogándose con Magdalena, ¡Su propia hermana!, a la que toma por la fuerza por lo que la mujer luego se refugia en la oración pues la pasión frustrada de su hermano siempre ha sido descargada en ella, por la fuerza.

Presionada por su hermano, Rosalina parece no tener salida y Maria Inés le pide que por el bien de todos no se resista y haga un sacrificio por su familia o de lo contrario, al saber todos que están en la ruina no habrá honra ni privilegios para ellos y ella, Rosalina, no tendrá más remedio que trabajar como bordadora, costurera o, aún peor, como criada, en la casa de quienes una vez hubieran sido sus mejores amigos, los cuales no le dar´n el mismo trato de ahora y le voltearán la espalda. La muchacha promete a su cuñada que se casará con Evaristo pero ella debe ayudarla a que vea a Baldomero por última vez. Maria Inés lo promete y se lo hace saber a Ramiro, al que convence y advierte que si insiste en imponerse solo logrará que su hermana menor lo rechace. El matrimonio acompaña a la muchacha a las masmorras en que su amado se encuentra y lo encuentra golpeado. Ella le dice que deben decirse adiós pues se sacrificará por su familia. Lo besa y se marcha mientras él le grita que cuando salga de la cárcel no descansará hasta tener el dinero suficiente para comprarla como lo ha hecho Evaristo Zavala, llorando desgarradoramente. Rosalina llora, sufre, jura que jamás dejará de amar a Baldomero y tragándose el orgullo acepta casarse con Evaristo, quien hace una enorme fiesta para anunciar su compromiso. Fiesta en la que se presenta Ignacio, sobrino del hombre e hijo de Magdalena, quien se llena de emoción al estrecharlo en sus brazos y lo lleva hasta donde su tío, quien a su vez lo presenta con su prometida. Al ver a Rosalina, Ignacio se deslumbra ante su belleza, enmudeciendo por completo. Luego el muchacho es sorprendido por Deyamanti, una despampanante muchacha que fe su novia en el ayer y ha aguardado por él para casarse, sin separarse de su lado un solo momento, volviéndose incómoda pues Ignacio, deslumbrado por la belleza de Rosalina, solo tiene ojos para ella.

JULIO 2016. Antolín le hace saber a Maiguálida que Baldomero pasará mucho tiempo en la cárcel y no se casará con Rosalina. La despechada maiguálida disfruta al saberlo y promete que ella lo estará esperando para casarse con él cuando salga.

Amelia visita a Baldomero en la cárcel y éste le promete que llegará muy lejos para así comprar el amor de Rosalina. La mujer le pide a su hijo que haga las cosas por él y se olvide de la muchacha, quien comienza los preparativos de su boda con la ayuda de Alba y Maria Inés, quienes intentan hacerla sentir realizada pero la muchacha no puede arrancarse del corazón a Baldomero, mientras que con el trato, poco a poco, Ignacio se obsesionado con ella a pesar de haber reanudado su noviazgo con la testaruda y caprichosa Deyamanti, quien ansía en convertirse en su esposa y el chico es hostigado por Nélida, madre de la muchacha, casada con el doctor Leoncio Escobar, quien no está de acuerdo en la relación entre su hija y el muchacho a pesar de que sea heredero de la fortuna de su tío pues conoce del pasado a los Zavala y no desea emparentar con ellos. Molesta, Nélida está segura de que la postura de su marido se debe a que hace años él estuvo enamorado de Magdalena.

Baldomero sale de la cárcel y para derrumbarse todavía más acude a la iglesia y ve como el padre Gervasio casa a su amada Rosalina con Evaristo Zavala, sellando la union conun beso que el hombre le da a la muchacha, causando morbo entre los presentes. Al salir los novios de la iglesia Rosalina ve a lo lejos a su amado y sufre irremediablemente. De esto se da cuenta Ignacio, quien revela a su madre saber que su tío compró una esposa y que esta no está enamorada de él mientras que, por su parte, Baldomero rechaza a Maiguálida, a la que aconseja que haga caso a Antolín si en verdad quiere ser feliz. Luego se despide de Amalia y su amigo y sube a bordo de un tren que lo llevará al norte, donde intentará buscar fortuna y labras su destino.

La fiesta de bodas de Rosalina y Evaristo es el suceso de Cuatzantla y es en esa fiesta que Ramiro conoce a la fogosa Verónica Jeréz, una mujer que de inmediato se siente atraída a él y cree que es un hombre millonario debido a su porte. Coinciden en múltiples ocasiones y de la atracción entre ambos se da cuenta Priscila, quien de inmediato se lo hace saber a Julián, el cual le pide que no se entrometa en asuntos del hermano de su amiga, mientras que Ramiro, alentado por la pasión, sorprende a Verónica en los baños y allí mismo le hace el amor mientras le dice que siempre había estado buscando a alguien como ella.

Ignacio no puede apartar el pensamiento de Rosalina y revela a Magdalena que se ha enamorado de ella. La angustiada madre le prohíbe que tenga contacto con esa chica y le advierte que es mejor que regrese a la capital. Luego reza en la iglesia mientras llora, angustiada, pues teme a que su hijo y Evaristo se conviertan en rivales. Y no se equivoca pues el muchacho comienza a hacer amistad con Rosalina, alentado por Evaristo, quien le propone que se haga cargo de sus negocios y sea buen amigo de su nueva esposa, quien desde la noche de bodas busca pretextos para no ser desvirgada por su hambriento y libidinoso marido, quien asegura que si su mujercita sigue dandole largas no tendrá más remedio qe tomarla por la fuerza para poseer lo que por derecho le pertenece: Su virginidad.

Cayetana no es feliz trabajando para los Andrade pues las exigencias de Alba la han cansado. Habla con Maria Inés, quien a su vez pide a su cuñada que no se tome atribuciones que no le corresponden y recuerde cual es su posición en la casa. Furiosa, Alba insulta a Maria Inés, a la que hace saber que Ramiro se casó con ella por interés pues sigue revolcándose con furcias sin medida. Maria Inés la abofetea y Alba jura que se vengará. Por ello contacta a Verónica y se ofrece a ser su cómplice para que enamore a su primo, mientras que Maria Inés pone en tela de juicio la fidelidad de su esposo, con el que discute al grado que este se violenta y sale de casa para desfogarse con su amante. Entonces Cayetana aconseja a la mujer que no caiga en los juegos de Alba.

Amelia enfrenta a Silverio y lo desprecia por el daño que le ha causado a su hijo. El hombre la bate a golpes pero aparece Antolín con machete en mano y lo amenaza jurando que no dudará en matarlo si vuelve a ponerle la mano encima a su mujer, misma que le promete que jamás le perdonará lo que hizo. Cuando el hombre se marcha a emborracharse ella toma sus cosas y se marcha de Cuatzantla. Pronto él lo descubre y los maldice tanto a ella como a Baldomero, acusándolos de ser unos mal agradecidos.

Rosalina e Ignacio han hecho amistad y pasan tiempo juntos causando esto malestar en Magdalena, quien se opone a que su hijo se acerque a la muchacha. Su molestia despierta la curiosidad de Evaristo, quien pregunta a su sobrino si está interesado en su mujer. Él lo niega mas no puede contener lo que siente por ella.

Verónica, quien conoce a Orangel, le dice a este estar decidida a ser la amante de Ramiro pues siempre había soñado un hombre como él. Orangel ríe y le hace saber que los Andrade se encuentran en la ruina y no obtendrá absolutamente nada del hombre. Pero a Verónica no le importa lo que Orangel diga. Ella se ha obsesionado con Ramiro y está dispuesta a todo por él.

Magdalena y Leoncio se encuentran y él trata de hablarle del pasado, cuando se amaron y quisieron casarse. Magdalena llora y asegura que su vida ha sido un infierno al lado de su hermano Evarísto, quien no se cansa de menospreciarla e insultarla. Leoncio le pide que le revela al hombre la verdad que le ha ocultado durante años pero la mujer se resiste. Son espiados por Orangel, quien le revela a Evaristo lo que vio y este abofetea a su hermana al tenerla de regreso en casa. Le advierte que si se porta como una cualquiera le dirá la verdad de su pasado a su hijo, el cual la cree una santa.

Alba insiste en entrometerse entre Maria Inés y Ramiro, quienes comienzan a padecer una crisis matrimonial. Cayetana, quien conoce bien a todos, enfrenta a Alba y le dice saber que siempre ha estado enamorada de su primo y que esa es la razón por la que siempre ha odiado a Maria Inés. Alba lo niega y acusa a la sirvienta de ser una difamadora mas a solas llora y se toca mientras piensa en su primo, al que ama profundamente y con el cual quiere compartirlo todo, aunque por ello tenga que deshacerse de Maria Inés.

Amelia aconseja a Antolín que no pierda las esperanzas e intente conquistar a Maiguálida, la cual tendrá que convencerse que él es quien le conviene y dará su brazo a torcer.

Maria Inés pregunta a Alba si ella está enamorada de Ramiro y lo quiere como hombre y no como a su primo. Alba enmudece y asegura que ella solo quiere al hombre como lo es y si lo preptege tanto es porque es alguien especial y exigente. Luego intriga haciendo sentir mal a la sufrida esposa, a la que culpa de la amrgura del marido por su incapacidad para ser madre. Maria Inés llora y es consolada por Cayetana, quien le pide que no haga caso de las intrigas de Alba, quien solo vive para molestar a los demás. Por su parte Alba acomoda la ropa interior de Ramiro y l ahuele, pasándosela por el cuerpo, estando casi a punto de ser descubierta por él.

Priscila sueña con encontrar al amor de su vida y cree que eso sucederá solo si se marcha del pueblo, donde no hay hombres que le atraigan. Hace una visita a Rosalina y comienza a tratar a Ignacio, de quien se enamora. Es alentada por su amiga para que lo enamore mas los intentos de la muchacha son vanos y pronto descubre a quien ama Ignacio en realidad. Lo comenta con Julián, quien a su vez, al perder toda esperanza con Rosalina se ha interesado en Deyamanti, quien no desiste de acosar a Ignacio, mismo que le deja claro que no se casará con ella pues está interesado en otra mujer. Deyamanti, furiosa, comunica esto a Leoncio y Nélida , quien jura que ella se encargará de que su hija se case con el heredeero de Evaristo aunque tenga que arder troya. Para ello visita a Evaristo y le insinúa que su sobrino, Ignacio, está enamorado de su joven y bella esposa, causando que los hombres se enfrenten y que el hombre, furioso, tome a su esposa por la fuerza, cansado de esperar por aquello por lo que se casó. Tras hacerla suya la trata como basura y la acusa de no ser virgen, sino una ramera que se entrega a cualquiera y que ha seducido a su sobrino y único heredero. Rosalina llora y recuerda los momentos felices que vivió al lado de Baldomero, a quien no ha dejado de amar. Es consolada por Ignacio, quien le propone que huyan juntos, donde puedan ser felices, pero ella se niega. Él se atreve a besarla y son descubiertos por Evaristo, quien con arma de fuego apunta a su sobrino jurando que lo matará. 
Magdalena se interpone cuando el hombre está por disparar y le grita que Ignacio es su hijo, estremeciéndolos a ambos y siendo el joven el más perjudicado pues la mujer le revela que Evaristo es su padre y ella su madre, aunque sean hermanos, decifrandolo él todo. Maldice a su tío por lo que le hizo a su madre durante años, abusar de ella, y lo que ahora le causa a él al saber que es el hijo de dos hermanos. Evaristo se desahoga maltratando a Rosalina, a la que culpa de todo. Ella huye de su lado y en medio de una tormenta acude a casa de su padre, donde Alba ordena que nadie le abra la puerta pues no es bienvenida. Maria Inés y Cayetana sin embargo pasan por alto esa orden y dan la bienvenida a la muchacha, quien les cuenta todo. Aparece Ramiro, quien furioso la toma del brazo y la lleva de vuelta con su marido. En el trayecto le recuerda que ella le pertenece ahora al hombre y ha perdido a su familia para siempre.

Ignacio intenta suicidarse y es descubierto por Julián, quien lo lleva a su casa, donde Priscila lo cura, estremecida cuando él llora y le asegura no tener razones para vivir pues ha vivido engañado toda su vida. En un arrebato, la muchacha no resiste más y lo besa.

Alba y Maria Inés discuten y la segunda se sosprende cuando Ramiro defiende a su prima asegurando que ella es la única que lo comprende. Y todo esto porque Alba sabe de la relación que él tiene con Verónica y lo apoya para ganarse su confianza, segura de que luego se deshará de la amante para ganarse su amor. Por su parte Maria Inés se desahoga con Cayetana, la cual le aconseja que deje a Ramiro y vuelva con su familia mas la esposa revela que perdió a su familia cuando renunció a ellos para estar con el hombre al que ama. Aún así se comunica con su madre y es descubierta por Ramiro tratando de abandonarlo por lo que forcejean y sin querer él la arroja de las escaleras. La mujer va a dar al hospital, donde se debate entre la vida y la muerte y finalmente logra sobrevivir. Sin embargo Alba, decidida a hacer suyo a Ramiro, decide matarla asfixiándola con una almohada. Este suceso causa profunda pena a Ramiro, quien aún así desprecia el calor de su prima y solo haya consuelo revolcándose con Verónica, la cual le propone que ahora la lleve a vivir con él.

Rosalina es encerrada bajo llave por Evaristo, quien le asegura que a partir de ahora le obedecerá aunque no lo quiera. El hombre desquita su furia maltratando también a Magdalena, a quien Priscila busca para decirle lo que vive su hijo y callarla cuando la mujer insiste en culpar a Rosalina de que sus secretos se hayan descubierto. Es rechazada por Ignacio, quien le dice que no quiere volver a saber de ella ni de su Evaristo, a quien Silverio intenta extorsionar por lo que el hombre le tiende una emboscada y lo arrolla con su camioneta sin que nadie sea testigo de su fechoría.

Tras el entierro de Maria Inés, Alba toma por completo el mando de la casa y comienza por despedir a Cayetana, quien busca trabajo en casa de Evaristo y Rosalina pero el hombre se niega a contratarla pues cree que será una celestina para su esposa. Por ello la mujer opta por marcharse del pueblo mientras que Alba, quien está convencida de que ahora tiene control absoluto, como siempre lo deseó, se mete en la cama de Ramiro y éste la desprecia como mujer y amenaza con echarla si insiste en comportarse como una mujerzuela cuando ambos llevan la misma sangre. Termina de romperle el corazón cuando se presenta con Verónica y la nombra la nueva señora de la casa, ordenando a Alba que ocupe el lugar de Cayetana. La solterona se resiste y entonces Ramiro le hace saber que si no le gusta se debe ir. Tras hacer una rabieta, la mujer comprende que está sola en el mundo y no tiene más remedio que aceptar el destino que le ha implantado su primo.

Rosalina es abusada sexualmente por su marido y frente al espejo, con cuerpo y alma en desnudez, llora y jura que siempre amará a Baldomero y aguardará por él, convencida de que el amor del chico es tan grande que volverá por ella, pasando cinco años en los que vuelve a verse al mismo espejo, con la misma desnudez, para luego vestirse y acudir a misa con Magdalena y Evaristo, quien al igual que todos en el pueblo está intrigado por saber quién es el dueño de una hacienda que se levanta en Cuatzantla. El padre Gervasio le dice que debe preguntar a su sobrino, Ignacio, quien está a cargo de la dirección de la ingeniería. Evaristo calla. Aunque intenta acercarse al que en realidad es su hijo este insiste en rechazarlo y ha encontrado apoyo y comprensión en Priscila, con quien se ha casado y la cual espera a su primer hijo, permitiendo a Magdalena que tenga contacto al menos con ella pues le ha prometido que a pesar de lo que diga Ignacio le dará la oportunidad de convivir con su nieto.

A Cuatzantla ha regresado Baldomero Miguel, dueño de la imponente hacienda a la que todo el pueblo ha sido invitado para darle la bienvenida. Allí Rosalina se reencuentra con Cayetana, quien le dice trabajar para el amo y señor del lugar, guardando su identidad hasta que este se presenta, sorprendiéndolos a todos, especialmente a su amada Rosalina, quien al verlo se estremece y más aún cuando él la invita a bailar con consentimiento de Evaristo y le revela que ha hecho fortuna y ha regresado por ella, tal como hace muchos años, al salir de la cárcel y verla casarse del brazo de otro, lo pometió. Ella llora se marcha, asustada, pero él la alcanza y le pide que hablen por lo que ella le confiesa los años de maltratos y abusos por los que ha pasado. Él promete que la ayudará y la besa fuertemente. Son vistos por Magdalena, quien más tarde, en casa, reclama a la mujer el serle infiel a su hermano. Rosalina le recuerda que se casó obligada y que las dos deben unirse en vez de ser enemigas puesto que ambas han padecido la maldad de Evaristo.

La vida de Alba es un infierno pues Verónica la trata con la punta del pié y no pierde oportunidad para sobajarla. Furiosa y cansadda, Alba le recuerda a la mujer que por ella está como ama y señora de la casa de Ramiro, quien defiende a su mujer y estremece cuando Alba le recuerda que él no es dueño absoluto de todo puesto que su padre al morir heredó su poca fortuna en partes iguales a él y Rosalina, la única heredera de la casa que una vez fuera de su madre. Ramiro exige a su prima que calle, con una bofetada, y ella, audaz, lo besa apasionadamente y le supica que la haga su mujer pero él nuevamente la rechaza.

Orangel le dice a Evaristo que el dueño de la hacienda que a todos tiene sorprendidos no es ningun extraño, sino nada más y nada menos que Baldomero Miguel, quien ha regresado forrado en dinero. Evaristo ordena a su hombre que le de un susto al muchacho para que se vuelva a largar pero Orangel le advierte que no será fácil puesto que Baldomero no se encuentra solo y es apoyado por sus amigos y por el mismísimo Ignacio.

Amelia y Cayetana tienen una gran amistad y la segunda siempre consuela a la primera pues esta sufre por el amor que su hijo siempre ha sentido por Rosalina. La sirvienta asegura que ese amor es correspondido y que son Evaristo Zavala y Ramiro Andrade los culpables de que los enamorados no estén juntos.

Antolín se alegra al ver de vuelta a su gran amigo, en el mercado, y Baldomero le pide que deje de trabajar tan duro cargando bultos y guacales y mejor trabaje para él, en su hacienda. Cuando Maiguálida lo ve, llora pues sabe que ahora que es millonario ella tendrá menos esperanzas. Baldomero les dice a los dos amigos que si ha regresado ha sido para cumplir la promesa que una vez le hizo a Rosalina.

Nélida y Leoncio viven un infierno matrimonial pues ninguno ama a otro y aunque él desea divorciarse ella se niega a ser mal vista por separarse, aconsejada por Deyamanti, quien tiene una relación con Julián mas ha puesto los ojos en Baldomero, al que considera el mejor partido para casarse. Por eso lo visita constantemente enfrentándose a Ignacio, quien conoce sus intenciones y le advierte que el muchacho está profundamente enamorado de alguien. Esto no impide que la ambiciosa Deyamanti se le insinúe y se revuelque con él.

Magdalena molesta a su hermano con insinuaciones sobre Rosalina y Baldomero, quien enfrenta a Evaristo cuando este aparece para amenazarlo de muerte si no se marcha para siempre del pueblo. Esta vez Baldomero no tiene miedo y tras él aparece Ignacio para apoyarlo. Evarist entonces recrimina a su hijo el ser un traidor que se pone del lado del hombre que quiere arrebatarle a su mujer. Ignacio recuerda a su padre que él compró a Rosalina a cambio de mantener al holgazán de Ramiro, con quien el hombre habla para hacerle saber que no está dispuesto a seguirlo manteniendo pues durante cinco años lo ha hecho, además que le pagó muy bien por desposar a su hermana. Ramiro amenaza a su enemigo con contar en el pueblo lo que han hecho mas el hombre no teme a habladurías pues se sabe temido. Se marcha y aparece Alba para preguntar a su primo qué hará ahora que está realmente en la ruina.

Rosalina y Evaristo discuten constantemente y él intenta hacerle el amor pero ella lo rechaza al punto de violentarse y enfrentarlo, revelando el asco que siente hacia él. Este, desdeñado, la abofetea e intenta violar pero ella le rompe una pieza de cristal en la cabeza y sale huyendo hacia la hacienda de Baldomero, al que suplica que la ayude. Él la abraza y le promete que ya nada ni nadie los podrá separar. Son apoyados por Amelia y Cayetana, las cuales prometen a la chica que con ellas a su lado nadie podrá hacerle daño.

AGOSTO 2016. El padre Gervasio ha servido de mediador entre Magdalena e Ignacio, a los que logra reunir para que se reencuentren y limen asperezas. La mujer habla mal de Rosalina ante su hijo, el cual la defiende a pesar de las opiniones de su mentora, a la que pregunta porqué la odia tanto a sabiendas de que es una víctima más de Evaristo. Magdalena la repsonsabiliza de que por años ella y su hijo se hayan distanciado mas Ignacio le hace comprender que no es así. Le pide que deje la casa de su hermano y ella se lo hace saber a este, quien se burla de ella y la asusta jurando que si lo abandona morirá en la miseria pues no la protegerá más.

Baldomero ronda la casa de Evaristo Zavala y es sorprendido por Orangel, quien lo amenaza con un arma de fuego. El muchacho asegura no tenerle miedo y le pide que le diga a su patrón que sus días al lado de Rosalina están contados. Orangel se lo dice a su patrón, quien ríe pues asegura que Baldomero no sabe con quién se está metiendo.

Alba descubre que Verónica tiene amoríos con Leoncio y de inmediato intriga ante Nélida, quien acude a casa de Ramiro para desgreñar a la amante de su marido. Al enterarse, Ramiro aboetea a su mujer y le exige que le diga si es verdad. Ella llora, le suplica que no la maltrate pues está embarazada. El hombre se alegra con la noticia pero no así Alba, la cual acude al mercado y consigue unas yerbas con las que prepara un jarabe que comienza a poner en los alimentos de su enemiga, quien se ve con el médico y le dice que alguien los ha descubierto, contándole lo del inicdente con Nélida. Leoncio toma a su amante en brazos y le asegura que los dos se divorciarán y serán felices.

Julián y Priscila dan su apoyo a Rosalina y le aconsejan que pase lo que pase no vuelva al lado de Evarísto, mismo que acude por ella a la hacienda de Baldomero para sacarla por la fuerza, despertando esto un enfrentamiento entre los hombres. Evaristo amenaza con un arma y solo por ello logra llevarse a su esposa, a la que encierra bajo llave y deja al cuidado de Magdalena, quien está dispuesta a ayudar a la muchacha y poner fin a la maldad e imposiciones de su hermano. Habla con la muchacha y le pide que se porte bien mientras Baldomero e Ignacio planean su fuga. Y estos dos, a su vez, arman un plan para robarsela pero Ignacio lo comenta con Deyamanti y esta alerta a Ramiro, quien hace una visita a su hermana y le jura que si hace una estupidez la hará arrepentirse. Rosalina le dice que ya no hay nada peor que le haya podido hacer que vendera a un hombre ruin como Evaristo. Luego Ramiro se reune con Felipe Quintero, un hombre poderoso con el que está dispuesto a hacer negocios poniendo como garantía la casa en que vive. Felipe se asombra al ver que la propiedad pertenece a Rosalina. Descarado, Ramiro asegura que su hermana ignora eso y que tiene una herencia que su padre le dejó, misma que él utilizará para hacer su propio dinero. Felipe acepta las garantías del hombre, quien está decidido a todo.

Antolín aconseja a Baldomero que sea paciente y no actúe de inmediato contra Evaristo o de lo contrario éste tomará represalias contra Rosalina, quien pagará las consecuencias de su ira. Ignacio lo apoya y asegura que Magdalena está de su parte y sabrá cuidar de la muchacha, a quien el marido insiste en hacer suya. A ellos se une Priscila, quien encuentra en Ignacio a un gran amigo y comienza a sentir algo por él.

Maiguálida acude a Evaristo para decirle los planes de baldomero y el hombre le ofrece que lo ayude y solo así podrá ser feliz con su verdulero. Ella decide ponerse de su lado.

Alba y Verónica pelean y la segunda abofetea a la prima de su marido, quien no reacciona de la misma manera mas decide terminar con la garantía de la mujer para quedarse al lado de Ramiro: El hijo que espera. Por su parte Verónica se refugia en Leoncio y son descubiertos besándose por Deyamanti, quien repudia a su padre y abofetea a la amante, a la que dice que dirá todo a Ramiro. Y no tarda en hacerlo pues en las fiestas del pueblo sube a una tarima y con micrófono en mano cuenta a todo el pueblo que su padre, el respetable doctor Leoncio, tiene como amante a la mujerzuela que se casó con Ramiro Andrade, quien lleno de vergüenza se retira con su mujer, a la que pone tremenda tunda al grado que Alba interviene para evitar que la mate. La cura y le hace beber una sopa caliente por lo que en l anoche la sensual Verónica se retuerce al grado que es llevada al hospital, donde pierde al hijo que espera y después ella misma pierde la vida. Esto llena de horror a Leoncio, quien está dispueto a denunciar a Ramiro, al que hace responsable de todo. Alba sin embargo lo amenaza a él pues así como Deyamanti reveló que tenía por amante a la occisa, ella puede regar por el pueblo el chisme de que el hijo que esta esperaba era de él y que lo mató para no levantar sospechas y que esa fue la verdadera causa por la que Verónica falleció. Los ha escuchado Deyamanti, quien cree en las palabras de la mujer y le dice a Nélida que su padre es un asesino capaz de todo para cumplir sus objetivos.

Evaristo y Rosalina se presentan a dar el pésame a Ramiro, a quien el cuñado insinúa que tiene mala mano con las mujeres pues todas se le mueren debido a su falta de táctica al momento de emplear su violencia. Luego Rosalina se aterra cuando Alba le asegura que ahora será ella la mujer de su hermano y por fin ocupará el lugar que le corresponde en la casa. Sin embargo su felicidad dura poco pues Cayetana, quien también ha asistido, descubre en la cocina residuos de las yerbas con las que Alba envenenó a la occisa y se aterra al recordar que esas yerbas igual fueron halladas hace muchos años. Asustada, comenta con Amelia que tal vez Alba sea una asesina.

Ramiro recibe el pésame de Felipe, quien le dice que es necesaria la firma de su hermana menor para que sean válidos los documentos que lo avalan como su socio. Por ello el hombre pide a Rosalina que se los firme y se opone a que ella lea de qué se trata. La muchacha se niega y le reprocha el haberla hecho infeliz casándola con un hombre víl y malvado a cambio de vivir cómodamente. Ramiro le dice entonces el poco valor que tienen las mujeres en Cuatzantla y que lo único para lo que sirven es para calentar la cama. Intenta obligarla a que firme y son descubiertos por Evaristo, quien pregunta qué sucede sin que lo enteren por lo que se lleva a su esposa, misma a la que Ramiro maldice pues sabe que sin su firma no habrá trato con Felipe, quien a su vez visita a Baldomero y le hace saber que Ramiro Andrade ha mordido el anzuelo y sus sospechas eran ciertas: Vive de lo que en realdiad le pertenece a su hermana Rosalina, misma a la que Ignacio y Baldomero sacan de casa con ayuda de Magdalena, quien se marcha con ellos, despertando la ira de Evaristo cuando descubre que lo han abandonado. El hombre decide ir en busca de su mujer a la hacienda pero la entrada le es negada por lo que desde la calle jura que se las pagarán.

Rosalina y Baldomero se encuentran en el confesionario de la iglesia gracias a Gervasio, quien se ha vuelto cómplice del muchacho, el cual pide a su amada que tenga paciencia pues no ha dejado de amarla y la salvará de las garras de su marido por lo que le pide que se prepare para huir con él. Quedan en una noche y la pobre Rosalina se marcha a casa acompañada de su propio marido, quien no se separa de ella un solo instante.

Alcides descubre a Maiguálida hablando amigablemente con Orangel por lo que al encontrarla sola la acusa de ser una traidora. Ella se descara y deja claro que cada quién juega su juego conforme le convenga. Alcides le advierte que si traiciona a Baldomero este no solo la rechazará como mujer, sino también como amiga y se habrá ganado su odio.

Deyamanti intenta seducir a Baldomero y son vistos por Rosalina, quien llora ante cayetana, la cual le hace saber que la muchacha es una cusca a la que el hombre no hace caso. Por esta razón Rosalina habla con Julián y le hace saber la situacón de su novia con Baldomero y el muchacho habla con Deyamanti, quien lo niega todo y acusa a Rosalina de ser una mentirosa a demás de una ramera. Julián decide poner fin a su relación y Deyamanti se desahoga con sus padres, a los que insulta, recibiendo una bofetada de Leoncio.

Magdalena pide a Ignacio que se marchen lejos, donde puedan empezar de cero, lejos de la maldad de Evaristo pero el muchacho está comprometido con Priscila y permanecerá a su lado por siempre. Magdalena entonces acude a pedir consejo a Gervasio y es sorprendida por Evaristo, quien la toma del brazo y la lleva a casa, donde le exige que le diga en donde está su esposa. La abofetea y está por violarla nuevamente pero aparece Ignacio para defenderla resultando herido de una puerna cuando Evaristo le dispara. Es curado en el hospital, donde Leoncio pide a Magdalena que reanuden el romance que dejaron inconcluso en el pasado. Aparece Nélida y abofetea a la mujer, acusándola de ser una golfa.

Amelia le cuenta a Rosalina todo por lo que Baldomero tuvo que pasar en la ciudad para superarse hasta encontrar a Felipe, un hombre bondadoso que lo ayudó desde el primer instante y le dio educación y trabajo para que lograra hacer una pequeña fortuna en poco tiempo, todo con la única esperanza del muchacho de volver a Cuatzantla por su amada. La sufrida Rosalina llora y asegura tener miedo a huir pues Evaristo la buscará hasta el último rincón de la tierra y la obligará a permancer a su lado. Sin embargo prepara sus cosas cuando su amado le manda un mensaje para decirle que huirán esa misma noche.

Alba consuela a Ramiro y se desnuda ante él, dispuesta a ser su mujer. Este finalmente le hace el amor y entonces ella le dice que fue Leoncio quien mató a Verónica al enterarse de que el hijo que esta esperaba era suyo. Lleno de rabia, Ramiro sale en busca del doctor y lo asesina a sangre fría con una escopeta, delante de Nélida, a la que dice que le ha hecho un gran favor pues ahora la he hecho viuda y le ha evitado la vergüenza de ser una divorciada. El hombre se marcha y prepara sus cosas para marcharse del pueblo a pesar de que Alba le suplica que no lo haga ni la deje sola. Él ni en esas circunstancias pierde la ocasión para sobajarla, burlarse de ella y decirle lo insignificante que es para que alguien como él la quiera por lo que cuando con maleta en mano está a punto de cruzar la puerta la mujer toma un cuchillo y se lo clava en la espalda, impidiendo así que se marche. Luego se golpea a sí misma y se arroja de las escaleras, arrastrándose hasta donde él se desangra. Llega la policía y les dice que el hombre la atacó cuando ella trató de impedir que se fuera por lo que se defendió. Ramiro es detenido y llevado al hospital, maldiciendo a Alba, quien llora al saber que lo ha perdido para siempre.

Evaristo se alcoholiza y Maiguálida los alerta a él y Orangel de que Baldomero y Rosalina huirán del pueblo. El hombre acude a la hacienda a buscar a Rosalina, a la que intenta llevarse por la fuerza, armando un quilombo en el que enfrenta a Baldomero, el cual lo hunde a golpes para evitar que se lleve a su amada. Todo se complica cuando alguien llega para dar la noticia de que Ramiro está muriendo en el hospital luego de haber asesinado al doctor Leoncio Escobar. Evaristo enfrenta entonces a Magdalena, quien le jura que está cercano el día en que arda en las llamas del infierno. El hombre la empuja e intenta impedir que su esposa salga con Baldomero pero esta lo hace: sube al caballo de su amado y parte con él mientras Evaristo los persigue en su camioneta, desde donde les dispara hasta perderlos. El hombre no se da cuenta cuando de pronto ya ha caido a un barranco. Se queda dormido debido al alcohol sin percatarse de que la gasolina de su unidad se está escapando.

Julián y Antolín aconsejan a Baldomero que no de pasos atrás y sea paciente para poder estar con Rosalina o de lo contrario todo lo que ha logrado se vendrá abajo. Luego habla con Ignacio sobre lo que este siente por Priscila, con la que su amigo se desea casar. Julián le da un abrazo pues está convencido de que él es el hombre que hará feliz a su hermana.

Rosalina acude a buscar a su hermano y sorprende a Alba hablando con él y diciéndole que lo engañó pues Leoncio no mató a Verónica, sino ella, así como al engendro que esperaba y así como hace años hizo con Maria Inés, y todo por él, para ser solamente suya. El hombre la toma del cuello, el cual le aprieta dispesto a matarla pero Rosalina interviene y lo evita, recibiendo a cambio insultos de Alba, quien le dice que también mató a su madre con el mismo veneno con el que mató a Verónica, a diferencia de que en aquella ocasión la mujer murió prefiriendo que viviera su hija, la cual siempre tuvo que crecer sintiéndose culpable de la muerte de su propia madre. Rosalina llora amargamente y aparece Cayetana para abofetear a Alba, revelando haberse dado cuenta de ello cuando Verónica murió y lastimándola la decirle que vale tan poca cosa que nunca nadie la ha querido como quisiera, ni siquiera sus padres, quienes murieron tras haberla abandonado por considerarla un estobo, que es en realdiad lo que siempre ha sido. 
Alba, horrorizada, grita que eso no es cierto pero el morbundo Ramiro lo confirma. La desquiciada mujer sale de la clínica hecha un mar de lágrimas y al llegar a casa lo rompe todo, preguntándo por qué nadie la quiere mientras que Ramiro cuenta a Rosalina que ella posee una fortuna y es dueña de la casa de sus padres. Le pide perdón por el daño que le hizo temeroso de saberse en la miseria. Luego de que ella se lo concede el hombre muere.

Evaristo reacciona del accidente y se lleva una terrible sorpresa al ver como los cables electricos de su camioneta hacen contacto con la gasolina. Grita horrorizado y la unidad estalla llenando de pánico todo Cuatzantla, pueblo que despierta lleno de luto pues las tres familias más importantes del lugar están de luto. Sin embargo nadie acude al sepelio y al entierro de Evaristo, excepto por el padre Gervasio, quien le da cristiana sepultura y luego visita a Magdalena para reprocharle su falta de cristianismo. La mujer asegura que por primera vez se siente libre y no lamenta que su hermano haya muerto, pues en el fondo siempre se lo deseó y no se arrepiente de ese sentimiento.

Orangel sorprende a Maiguálida sola y esta le pide que le de el dinero que acordaron. Él, alcoholizado, ríe perversamente y la viola con brutalidad. Luego ella intenta clavarle un cuchillo que él le arrebata para asesinarla, apuñalándola para luego enterrarla en un baldío y huír del pueblo. Pero Antolín lo ha visto enterrando algo y acude a extraer el cuerpo, llevándose una desagradable sorpresa al descubrir de quién se trata.

Baldomero jura a Rosalina para decirle que por fin los dos podrán ser felices pues ya no hay nada ni nadie que los separe. Le pide que sea su esposa y ella le pide un año, pues desea guardar luto por su hermano y su padre.

UN AÑO DESPUES: Alba maldice a todos dentro de su celda y es visitada por Rosalina, quien le dice que se casará con Baldomero y por fín va a ser muy feliz. La malvada Alba le desea la peor de las suertes, así como que tenga la misma suerte que tuvo Maria Inés y nunca pueda ser madre. Rosalina lamenta que su prima nunca haya encontrado el verdadero amor y haya sido tan infeliz pues se ha convertido en un ser despreciable. Se lo dice a Añba, quien solo la mira con odio y le exige que se vaya y no vuelva jamás, pues la odia.

Orangel se encuentra desesperado pues no tiene dinero ni trabajo, por eso regresa a Cuatzantla y acude a Ignacio para pedirle trabajo pero este no hace más que entregarlo a las autoridades por el asesinato y violación de Maiguálida. El hombre es sentenciado a muchos años en prisión.

Priscila e Ignacio son completamente felices y esperan a su primer hijo. Esto llena de alegría a Magdalena, quien acude a la iglesia para darle la buena nueva al padre Gervasio, quien felicita a los padres.

Antolín no ha olvidado a Maiguálida pero está convencido de que el amor llegará a su vida pronto y es así, pues a la hacienda llega a trabajar una hermosa sirvienta que se enamora de él desde el primer momento que lo ve.

Julián regresa luego de un año viajando por Europa, sorprendiéndo a Priscila, a la que felicita por su embarazo, lo mismo que a Ignacio. Los tres se reúnen en la hacienda con Baldomero y Rosalina, quienes anuncian que se casarán a finales de mes y han invitado a todo el pueblo a ser testigo de su felicidad.

Cayetana visita a Alba en la cárcel y la entera de la enorme felicidad de Rosalina, la cual vencipo todas las desgracias de los que ella fuera autora intelectual y algunas veces hasta ejecutora. Alba sin embargo no se arrepiente de nada y vive aferrada a una fotografía de Ramiro, al que jura que si no estuvieron juntos en vida lo estarán en la eternidad. Logra conseguir un puñal con el que se corta la garganta.

Rosalina y Baldomero se vuelven marido y mujer bajo la bendición del padre Gervasio. Los novios se dan un fuerte beso de amor y en su noche de bodas se entregan con fuerte pasión por lo que Baldomero asegura a su amada que morirá siempre con esa imagen de ella: Su rosa desnuda.


FIN












© ROSA DESNUDA DR. 2016
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(R) 1995 (P) 2016